En un Reino, su rey se encontraba desesperado porque la desgracia había sacudido a su pueblo.
El reino estaba empobrecido
Preguntó a sus consejeros cómo encontrar solución a sus problemas y después de pensarlo mucho a uno de ellos se le ocurrió consultar con un hechicero que vivía en una montaña.
Después de pensarlo durante un buen tiempo, decidieron llamar al hechicero.
Cuando éste llegó a castillo. El rey en persona le comentó lo que ocurría.
El hechicero, meditó y luego propuso un acertijo. Si lo resolvía en rey, su pueblo tendría grandes fortunas.
- El hechicero entregó nueve bolas exactamente iguales al rey.
- Le dijo que una de ellas era falsa y pesaba un poquito menos que las otras (pero que AL TACTO NO SE NOTARÍA) y las demás eran de oro.
- Le entregó a su vez una balanza y le dijo que para resolver el acertijo podía usar la balanza únicamente dos veces.
A cabo del tiempo el reino gozó de grandes riquezas.